El sofá es la piedra angular del salón y es donde se pasa la mayoría del tiempo que estas en casa. Un sofá debe de ser cómodo, resistente, ergonómico, práctico… y debe de estar limpio. Porque igual de importante es para la salud de sus usuarios su ergonomía que su higiene, ya que en el sofá se van acumulando partículas, gérmenes, bacterias, etc., y más aún si, alguna que otra vez comemos o cenamos en él. Hoy en día hay telas de sofá que repelen los líquidos, pero hasta un cierto punto. Al final, aunque vayas con mucho cuidado, acaban apareciendo manchas, sobre todo si en casa hay animales o niños pequeños. Si es tu caso y estás buscando cómo limpiar un sofá, aquí te hemos preparado este artículo con los mejores trucos y remedios para que lo puedas dejar como nuevo y te dure más tiempo.
Antes de empezar
Antes de comenzar a limpiar un sofá hay que asegurarse de qué material está hecho su tapizado. Ya que no se limpia de la misma manera una tapizado de cuero, que uno de lino, algodón, lana o microfibra. Hay que tener en cuenta que unos materiales son más porosos que otros, y por lo tanto absorben más la humedad. No es conveniente aplicar demasiados productos de limpieza en sofás de tela porosa, ya que se podrían dañar.
Igualmente, es conveniente informarte de las especificaciones de tu sofá, para poder conocer todas sus características y actuar en consecuencia. Para que el sofá pueda durar más tiempo y no se estropee, es más importante realizar una limpieza eficiente que eficaz. Es decir, hazlo con cuidado y tomando todas las precauciones posibles.
Elimina el polvo del sofá
Comienza eliminando el polvo que se ha ido almacenando en tu sofá. Para ello retira el sofá de la pared o de cualquier mueble al que esté pegado, para disponer de un mejor margen de maniobra.
Para quitar el polvo acumulado de un sofá lo mejor es hacerlo directamente con una aspiradora. Se podría hacer también con un trapo húmedo (con agua, nada de líquidos de limpieza corrosivos), pero, como hemos dicho antes, sólo en telas poco o nada porosas, como el cuero, la piel o la microfibra.
En caso de hacerlo con una aspiradora, hazlo primero en la parte más superficial del sofá, consiguiendo eliminar así el polvo y los ácaros que se hayan instalado en los tejidos de la tapicería.
Luego, esmérate en limpiar todas las áreas y rincones del sofá, incluyendo la parte trasera y los bajos. Para ello, existen en el mercado muchos modelos que vienen con cepillos especiales para tal labor, y así no se estropea el tapizado del sofá.
Es importante realizar este paso a conciencia y sin prisa, ya que si quedan restos de polvo o suciedad en la superficie del sofá, el resto de pasos no serán tan eficaces como se espera.
Quita las manchas incrustadas
Una vez con el sofá bien aspirado, es momento de atacar y limpiar las manchas incrustadas en el tejido de la tapicería.
Para ello, puedes utilizar productos quitamanchas que se pueden encontrar en los supermercados. Basta con colocar el producto sobre la mancha y dejarlo reposar unos minutos, para luego retirarlo frotando suavemente con la ayuda de un paño.
Para realizar una limpieza más profunda y óptima, nosotros recomendamos utilizar una aspiradora quitamanchas, especialmente diseñada para quitar las manchas de la tapicería del sofá, las sillas, los asientos del coche, la alfombra, etc., gracias a su potente acción de succión y cepillado.
Limpia el sofá con vapor
Una vez has eliminado todo el polvo y quitado las manchas del sofá, es momento de pasar a una limpieza más profunda, y que no se quede sólo en la superficie.
Con una aspiradora de vapor se pueden eliminar los microorganismos y gérmenes que se han quedado almacenados en la tapicería o en la propia espuma del sofá. Gracias a su fórmula de calor de vapor, además de limpiar desinfecta el sofá, ideal si en casa viven personas alérgicas a los ácaros producidos por el polvo. Además, este tipo de aspiradoras se pueden utilizar en superficies complejas , como cortinas, estores, hornos, etc.
Lava las fundas del sofá
Los sofás de hoy en día están diseñados para que puedan ser desmontados y desenfundados fácilmente. Si es tu caso, también puedes quitar las fundas del sofá y lavarlas según sus instrucciones. Generalmente, puedes llevarlas a una tintorería, o lavarlas con agua fría y dejarlas secar al aire. Recomendamos no poner tapizados en una secadora, ya que corremos el riesgo de que encojan y luego no se puedan usar. Es recomendable colocar de nuevo las fundas cuando estén aún un poco húmedas, ya que esto facilita la labor.
Frecuencia de limpiado
Si quieres que el tapizado de tu sofá esté en perfectas condiciones durante más tiempo, es recomendable llevar a cabo esta limpieza profunda al menos dos veces al año. Aunque no está de más tener a mano una aspiradora pequeña, un quitamanchas y un cepillo para los imprevistos del día a día. ¡Te quedará perfecto!